De echo, ya puestos a matizar, no es PacMan, sino Ms. PacMan, y puede ir acompañado de los infatigables fantasmitas. Si tuviera los $68 y $75 que cuestan respectivamente cada uno, y una pereza no tan descomunal para este tipo de cosas, no sólo me compraria esa pareja, sino que me pondría a PacMan (me gusta más el clásico, sin lacito) en el pulgar, y un fantasma en cada uno de los restantes dedos de la mano (la otra la dejaría libre para jugar sin molestias). Así no tendría la necesidad de construirme mis propios personajes con los restos de la agenda para no aburrirme en clase (¿He dicho esto en alto?)

Y ahora un chiste que me ha llegado esta mañana por correo y me ha hecho gracia, aunque sea muy malo:

Se venden 2000 botellas de champán a muy buen precio por exceso de stock.
Preguntar por Ron Dennis, de McLaren.
Las entregará un negrito, no le den propina, está castigado.