Esta mañana estuve hablando con unos amigos sobre Carnaval y de qué disfrazarse. Ya sabéis que cuando se quieren hacer estas cosas bien, hay que meditarlo con mucha antelación, y tras desechar miles de disfraces por ser o muy poco originales o demasiado frikis, lo normal es acabar eligiendo uno que muy posiblemente será reemplazado por otro todavía mejor en el último momento.

No os desvelaré cuál es el disfraz elegido (completamente adorable, por cierto), pero sí os daré alguna idea para que os cueste menos decidiros. Y que conste que os lo digo con muuucha antelación por si alguno de vosotros se anima, que tenga el tiempo suficiente para hacer esto:

Lo mejor, los chicos en bici que pasan por detrás. Y debido a los evidentes problemas de movilidad, con este disfraz podréis solicitar una subvención en el Ministerio de andares raros.