Si hago esto es porque obviamente me guardo para mí los trucos más importantes. Aquí van los consejos necesarios para llevar a cabo tan ansiada tarea:
No tener complejos. Ha habido muchos dictadores con pretensiones de dominar el mundo cortos en tamaño. De hecho, el físico no importa en esto, ni la raza, religión, especie animal ... Todo lo existente, y no existente, puede aspirar a conseguirlo, lo que hace que este punto tenga una observación: ¡DATE PRISA! Procura que no se te adelanten.
Una vez te hayas decidido a seguir adelante con el plan, lo primero que tendrás que hacer es conseguirte un ejército. Mi modesta experiencia advierte que crear uno de la nada es muy complicado, costoso, y cansino, así que puedes ahorrarte tiempo si creas un prototipo, y lo clonas. Tiene la ventaja de que conociendo a uno, conocerás el comportamiento de todos, por lo que te será fácil someterlo usando sus puntos flacos.
Ya tienes el medio y el fin. Ahora te falta fardar. En las películas el malo tiene siempre una mascota, y tú no vas a ser menos. La más común es el gato, pero eso no te impide ser original y buscarte otro animal (u objeto). Si da miedo, como es el caso del bicho de la imagen, mejor todavía, pero siempre dentro de un límite, ten en cuenta que tú serás el dueño y tendrás que convivir con él.
Ya tienes casi todo lo imprescindible para dominar el mundo, y nada ni nadie te impedirá intentarlo. Así que ya sabes, comienza ya marcando tu territorio, y mostrando a la gente quién es el que manda aquí. Deshazte pronto de la competencia antes de que sea demasiado tarde, y recuerda que es bastante recomendable practicar primero con los videojuegos, donde si algo va mal siempre se puede arreglar sin tener que acabar en la cárcel o sobornando a alguien.